domingo, 18 de febrero de 2018

MEDICINA FORENSE: HERIDAS POR ARMA BLANCA II




MEDICINA FORENSE: HERIDAS POR ARMA BLANCA II


El origen del término "arma blanca", aunque es muy remoto, se populariza cuando surge la medicina legal en el siglo XV y se cree que se debe a la brillantez con la que en la época bruñían estas armas, dándoles un aspecto argentino, muy claro.

Como ya definí en una entrada anterior de mi blog, un arma blanca es "todo aquel objeto que puede aumentar la fuerza humana y cuya estructura incluye uno o varios extremos punzantes, cortantes o afilados. Dentro de esta descripción la variedad de armas blancas es infinita y podemos encontrar cuchillas, navajas, tijeras, una aguja de tejer o una estrella ninja."

Las armas blancas suelen estar manufacturadas pero también pueden ser armas caseras configuradas con materiales u objetos que, en un principio, no estaban pensados para ser usados como armas.

Para poder localizar, identificar y determinar la intervención de un arma blanca en un acto delictivo o criminal es necesario conocer algunos de los tipos de armas blancas que podemos encontrar y cuáles son las particularidades de las lesiones que cada una produce en el cuerpo de una víctima.

Siendo así, según Montiel Sosa (2007), los tipos de heridas infringidos por arma blanca que podemos encontrar en el cuerpo de una víctima son:




Forma y características de la hoja



  • Herida elíptica con bordes redondos. Estaría producida por un instrumento punzante y contundente  redondo u oval y con punta. La acción se realizaría de forma perpendicular. (1)

  • Herida elíptica con bordes angulados. Producida por un instrumento punzante y cortante, de hoja de dos filos. La acción se realizaría de forma perpendicular. (2)

  • Herida concéntrica u oval. Son heridas producidas por instrumentos punzantes de cuerpos redondeados o cilíndricos y con punta. La acción sería perpendicular. (3)

  • Herida elíptica o lineal con bordes desiguales, uno redondo y el otro angulado. El tipo de instrumento sería punzante y cortante cuya hoja sólo contaría con un filo y lomo romo. Acción perpendicular. (4)

  • Herida estrellada con tres bordes irregulares. El instrumento que la provoca tendría forma triangular y con punta. El tipo de acción es perpendicular. (5)

  • Herida estrellada con cuatro bordes irregulares. Estaría provocada por un instrumento de forma cuadrangular y con punta. Acción perpendicular. (6)

  • Herida lineal o curvada con terminación serpenteante. El instrumento que lo provoca sería cortante con hoja plana y punta. Su acción sería horizontal, vertical u oblicua. (7)

  • Herida entrecruzada, con forma parecida a una cruz, con cuatro bordes angulados. Producida por un instrumento punzante y cortante, con hoja plana y de dos filos. La acción sería perpendicular de dos impactos consecutivos. (8)

  • Herida entrecruzada, con cuatro bordes redondos. El instrumento que la provoca es punzante y contundente con hoja plana y sin filo y dos bordes romos. La acción sería perpendicular de dos impactos consecutivos. (9)

  • Herida asimétrica con un borde redondo y dos angulados. El instrumento sería punzante y cortante, con hoja plana de un sólo filo y el lomo romo. La acción sería perpendicular en el impacto de penetración y de torsión hacia un lado al sacar el instrumento del cuerpo lesionado. (10)




Forma y características de las heridas producidas por arma blanca


Referencias: 

Criminalística 2, Montiel Sosa, J. 2º Ed, México, Ed Limusa, 2007

viernes, 2 de febrero de 2018

CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL: CRIMINOLOGÍA ACTUAL




CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL ACTUAL: TEORÍAS DE LA OPORTUNIDAD I



(Para leer la primera parte de este post pincha aquí)

Tras estudios anteriores dentro del marco de la criminología ambiental, el estudio de esta área de la criminología evolucionó hacia otras teorías tales como la teoría de actividades rutinarias, la teoría de la elección racional y la teoría del patrón delictivo.

Son los autores Felson & Clarke los que en los años 90 del pasado siglo dirigieron sus estudios e investigaciones a la prevención del delito basándose en las teorías de la oportunidad. Defienden que la interacción entre la persona que comete un delito y su situación son igual de relevantes que la motivación del delincuente e incluso más decisivos a la hora de realizar un ejercicio de prevención. 

Felson & Clarke presentaron diez principios de las teorías de la oportunidad examinando dichas oportunidades desde tres puntos de vista (Vozmediano y San Juan Guillén 2010):

  • La oportunidad es una variable fundamental en la comisión de un delito. Muchas tipologías delictivas podrían reducir su ocurrencia con modificaciones en el diseño de espacios públicos. 
  • Cada tipo de delito cuenta con oportunidades específicas. Es decir, las oportunidades que deben darse para que ocurra un maltrato infantil no tienen nada que ver con las que deben darse para el hurto de un móvil. 
  • Las oportunidades para delinquir se centran en ciertos lugares y en momentos temporales concretos. Es por este motivo que enfocar las actividades rutinarias, conociendo el patrón delictivo, ayudará a la prevención de la ocurrencia de delitos.
  • El surgimiento de oportunidades de delito dependen de las actividades diarias de la población. Es decir, será más fácil robar en un domicilio de lunes a viernes en horario laboral (momento en el que los integrantes de la casa estarán presumiblemente trabajando, en el colegio o instituto) que un día de fin de semana en el que las probabilidades de que algún habitante de la casa esté en ella. 
  • La comisión de un delito puede abrir puertas a la comisión de otros. Por ejemplo, la compra ilegal de un arma de fuego puede facilitar la comisión de un delito con intimidación. 
  • Algunos objetos (u objetivos criminales) tienen una condición intrínseca que les hace más atractivos a la hora ser elegidos para ser protagonistas de un delito. 
  • Los cambios sociales y la nueva tecnología ofrecen nuevas oportunidades de delincuencia. Cuando un nuevo producto, normalmente de tecnología aparece en el mercado pasa por cuatro fases: innovación (el producto es muy caro y le interesa a poca gente), crecimiento (Los precios bajan y más porcentaje de población está interesado en adquirirlo. En esta fase los delitos de robo crecen), venta masiva (la curva de delito comienza a bajar al ser más fácil para mayor porcentaje de gente adquirir el producto de forma lícita) y saturación (la curva de delincuencia tiende a cero por falta de demanda). 
  • Se puede prevenir el delito en función de la disminución de la aparición de oportunidades. Las estrategias de prevención situacional están orientadas a varios aspectos: incremetar el esfuerzo que la persona que va a delinquir considera que tiene que realizar para cometer un delito; aumentar el riesgo percibido por la persona que va a delinquir; reducir la posible recompensa que pueda obtener el delincuente por medio de un acto delictivo y eliminar las excusas con las que el delincuente justifica su acción. 
  • Disminuir las oportunidades no suele producir el desplazamiento del delito. Es decir, cuando se interviene efectivamente en la comisión de un delito, en un número reducido de veces el delincuente cambia de delito o se desplaza geográficamente para cometerlo. Por lo tanto, la intervención es efectiva en un alto porcentaje. 
  • Cuando se interviene en una zona para prevenir el delito los efectos positivos de la intervención pueden extenderse a zonas adyacentes en las que no se ha aplicado dicha prevención. 

Estos serían los principios comunes a las teorías, relacionadas con las teorías de la oportunidad, que serán desarrolladas en otro post.


Referencias: 

  • Criminología ambiental. Ecología del delito y de la seguridad. Vozmediano, L., San Juan Guillén, C. Ed: Carrera edició, S.L. Barcelona, 2010
  • https://akifrases.com/frase/139595 IMAGEN 02/02/18