viernes, 13 de octubre de 2017

CRIMINALÍSTICA: HUELLAS Y MANCHAS III, VARIOS




CRIMINALÍSTICA: HUELLAS Y MANCHAS III



  • RESTOS DE SUCIEDAD EN UÑAS, PUROS O CIGARROS
Suciedad bajo las uñas
Cuando una persona se ve involucrada en un acto delictivo puede haber acumulado bajo sus uñas restos que pueden servir de indicios en la investigación. 

Con la herramienta adecuada, el investigador puede raspar en la zona que hay entre la uña y el dedo y recoger el raspado para su posterior análisis. Este raspado debe hacerse tanto en la víctima como en el victimario o sospechosos/as. 

Entre estos restos suelen encontrarse, entre otros muchos ejemplos, restos biológicos como epiteliales del victimario (si se ha producido un forcejeo o la víctima ha podido defenderse), epiteliales de la boca, vagina o ano de la víctima bajo las uñas del victimario  (en casos de agresiones sexuales), etc. También pueden encontrarse restos que sitúen a la persona involucrada en un entorno concreto tales como polen de una flor determinada, un tipo de tierra cuya composición ayude a situar a dicha persona, polvo de una fábrica, harina de pan, etc. 

Además, la observación de las uñas también puede dar indicios sobre otros datos de interés como las costumbres de la persona o algunos rasgos de su personalidad o perfil económico (si son uñas cuidadas, mordidas, si hay presencia de hongos, uña del dedo meñique sensiblemente más larga que las demás, etc.)

Colillas de cigarrillos
Por otro lado, encontramos manchas en los cigarros o puros que se encuentran en una escena del crimen. Se pueden encontrar normalmente en los ceniceros, basuras o papeleras o tirados por el suelo. En este caso es importante observar si hay manchas de carmín o de bálsamo labial, en cuanto a manchas se refiere, y recoger también los restos de saliva en búsqueda de ADN. 

Por supuesto, este tipo de objetos también pueden darnos más información sobre la persona que lo ha consumido dependiendo de la marca, la procedencia o estado de la cajetilla entre otras particularidades (también se deben buscar indicios en la cajetilla tales como huellas, polvo, manchas, etc.) 


  • MASA ENCEFÁLICA

Restos de masa encefálica en un tiroteo
La hernia de masa encefálica se produce cuando el cráneo se fractura y la materia cerebral se desborda del cráneo. La masa encefálica producirá distintos tipos de manchas dependiendo de cómo se fracture el cráneo, por lo que no serán iguales las manchas que se proyecten tras una fractura debida a un impacto fuerte con o contra un objeto duro, que las que se produzcan tras el aplastamiento del cráneo por un objeto muy pesado o las producidas por los orificios resultantes de un proyectil de arma de fuego. 

En los casos en los que el cráneo se fractura por traumatismo es usual encontrar restos de masa encefálica en la escena del crimen mezclados con sangre, pelos y esquirlas o partes del propio cráneo a cierta distancia dependiendo de la fuerza del ataque y la herramienta utilizada. También, dependiendo de la acción por la que se fracturó el cráneo, pueden encontrarse estas manchas en el cuerpo y ropa tanto de la víctima como del victimario y de las personas que lo presenciaran por la proyección de los restos. 

En el caso de que la fractura del cráneo sea producida por un aplastamiento (sería el caso de un atropello, por ejemplo) se machacará la masa encefálica junto con el resto de los elementos de la cabeza saliendo despedida la mezcla a ambos lados del objeto aplastante (como si hubiera explotado) y manchará dicho objeto de forma contundente. 

Si el cráneo se ha visto fracturado por un proyectil de arma de fuego se podrán encontrar restos proyectados al rededor del cadáver y alrededor de los orificios de entrada y salida (si hubiera). La bala, en el caso de salir del cuerpo, no siempre se verá impregnada de masa encefálica. 


  • FIBRAS, FRAGMENTOS DE TELA Y ROPA

Tela desgarrada
Los restos de ropa suelen encontrarse en los escenarios de determinados actos delictivos. Por ejemplo, podrán encontrarse restos de tela en el automóvil que ha intervenido en un atropellamiento dado que, en la fase de arrastramiento, pueden quedarse enganchados y desgarrarse estas fibras y telas. 

Encontraremos también este tipo de indicios en los escenarios en los que ha habido un forcejeo entre dos o más personas y pueden hallarse en el suelo, en las zonas contra las que las personas se han golpeado en su forcejeo o en los cuerpos de los protagonistas. 

Además, los tejidos pueden dejar marcas o huellas impresas en negativo o en positivo al verse presionadas sobre superficies blandas y lisas y también, si la presión suficiente es ejercida, en el cuerpo de las personas que intervienen en el acto delictivo. Para poder analizar estos casos, se deben realizar fotografías sobre las que trabajar  más tarde en un laboratorio, analizando la textura y tejido de las ropas  mediante grandes ampliaciones de dichas fotos. 

En los casos en los que una bala haya atravesado una tela, puede quedarse un fragmento adherido a la bala e incluso podría observarse la impresión del dibujo del tejido sobre la punta del proyectil, aunque esto ocurre en pocas ocasiones dado que las balas suelen deformarse o fragmentarse. 


Referencias: 

"Criminalísitica I" Montiel Sosa, J. 2007 México D.F., Ed. Limusa S.A. de C.V. Grupo Noriega Editores. 

http://modaancoramoda.blogspot.com.es/2014/05/hablemos-de-unas.html IMAGEN 13/10/2017

http://heathenpride-aladecuervo.blogspot.com.es/2013/07/analisis-de-las-prendas-textiles-de_26.html  IMAGEN 13/10/2017

https://viviendoenlatierra.com/2014/08/07/colillas-de-cigarrillos-se-pueden-reutilizar/  IMAGEN 13/10/2017

http://msnoticias.com/notas.asp?id=45449  IMAGEN 13/10/2017

domingo, 1 de octubre de 2017

MEDICINA FORENSE. FENÓMENOS CADAVÉRICOS III: ADIPOCIRA Y MOMIFICACIÓN




FENÓMENOS CADAVÉRICOS III: ADIPOCIRA  Y MOMIFICACIÓN

Saponización


El término adipocira responde al proceso de saponización de la grasa de un cadáver. El proceso de putrefacción puede, en estos casos, encontrarse ausente o haber ya comenzado y haberse detenido para dar paso a la saponización y, este proceso en el que el cadáver ya no va a pudrirse, se llama adipocira


Este proceso, es fruto de la autolisis (autodestrucción de las células). Los cadáveres forman fermentos lipoideos que atacan las grasas neutras. Este proceso libera glicerina que, al combinarse con bases alcalinas, entre otras, da lugar a jabón (de ahí el término saponización). 


La formación de  adipocira está condicionada por diversos factores, según el autor Oligario Somoza Castro (2004): 

Adipocira 
  • Factores mesológicos (interacción entre organismos y el medio en el que viven): La adipocira sólo se forma en el agua y en medios subterráneos, es decir, en medios húmedos, pero carentes de aire. Si se da en el suelo debe ser en tierras arcillosas pero sin poros que dejen entrar aire. Si se da en el agua no debe tener contacto con el aire. Cuando el proceso de adipocira es reciente (joven) su color es blanco grisáceo, parecido a la cera y al cortarla se adhiere al objeto cortante. Cuando la adipocira es antigua (vieja) su color es amarillento, duro al tacto y al cortarla se resquebraja.

  • Factores individuales: Entre estos factores encontramos la edad (más frecuente en niños que en adultos o ancianos), el tamaño corporal (mayor frecuencia en personas obesas que magras), el género (más frecuente en mujeres por ser más propensas a acumular grasa) y el alcoholismo.  


La momificación se produce al aparecer en el cadáver un proceso de deshidratación. Cuando un cadáver pierde de forma rápida e intensa su agua impide que comience (o continúe, si ya había comenzado) el proceso de putrefacción y da lugar a una momificación del cadáver, conservándose el mismo más o menos intacto. Siendo así, se puede llegar a la conclusión de que nunca se va a dar una momificación en un medio acuático


Los factores que están relacionados con el proceso de momificación son, según el autor Oligario Somoza Castro (2004) son también dos:

  • Factores mesológicos: que el cadáver esté expuesto a un calor seco por encima de los 60º (cadáver enterrado en un desierto). También ocurre en el caso de cadáveres que están enterrados en criptas porque, aunque la temperatura no es tan alta, sus condiciones favorecen que haya grandes corrientes de aire seco que facilitan la momificación. Una fosa común con tierras porosas, para que pase el aire, pero secas, también puede darse este fenómeno, sobre todo en los cadáveres que están más profundamente enterrados. 
  • Factores individuales: la edad (cuanto mayor es más propensión a la momificación), el género (mayor tendencia en el género femenino), la masa corporal (se momifican más los cadáveres de gente que era delgada en vida) y la causa de la muerte (un envenenamiento por arsénico favorece la momificación del cadáver)


Momia
El proceso de momificación produce una importante pérdida de peso en el cadáver y suele provocar la conservación de las facciones faciales y las formas corporales exteriores. Además, presentan las masas corporales apergaminadas y la piel, al tacto, presenta un gran endurecimiento correoso y de color oscuro. 

Los órganos internos de un cadáver momificado también suelen conservarse, aunque reducen drásticamente su tamaño, cambian de consistencia a una parecida a la yesca dando lugar a un tejido frágil que se desmenuza fácilmente si se coge con una mano o se manipula con algún instrumento. 



Referencias

  • Somoza Castro, O. La muerte violenta. Inspección ocular y cuerpo del delito. Las primeras 24 horas decisivas. Ed: La Ley-Actualidad S.A. Madrid, 2004
  • http://elmundoespectacular.blogspot.com.es/2011/04/la-momificacion-en-el-antiguo-egipto.html IMAGEN 01/10/2017
  • https://paolera.wordpress.com/2011/01/04/el-muerto-de-jabn/ IMAGEN 01/10/2017
  • http://necropsiaypostmortempmfs.blogspot.com.es/2012/04/signos-post-mortem-son-una-serie-de.html IMAGEN 01/10/2017
  • https://corporacionphantom.blogspot.com.es/2015/06/reliquias-increibles-de-una-santa.html IMAGEN 01/10/2017