sábado, 23 de enero de 2016

ASESINOS EN SERIE: EL "MATAVIEJAS"



ASESINOS EN SERIE: EL "MATAVIEJAS"


El protagonista de esta entrada se llamaba José Antonio Rodríguez Vega. Nació en la cántabra ciudad de Santander (España) a finales de los años cincuenta, y creció en un entorno violento e inestable. Su familia resolvía sus diferencias a través del maltrato físico y verbal, por lo que José Antonio, a parte de sufrir dicho maltrato, creció viendo como su madre golpeaba a su padre y a su hermano, su padre hacía lo propio con ellos e incluso el hermano, le devolvía los golpes a sus padres. 

Pronto la figura de la madre, de fuerte carácter, empezó a influir en su desarrollo y personalidad, hasta el punto de despertar deseos sexuales hacia ella a la temprana edad de 12 años. Fuentes aseguran que, además, José Antonio sufrió abusos sexuales durante unos meses de manos de una amiga de la familia, ya de edad avanzada, lo cual pudo determinar su posterior proceso criminal. 

José Antonio empezó muy pronto su carrera criminal, de hecho, su primer apodo como criminal no fue "mataviejas", sino el "violador de la motocicleta" dado que acudía a la escena del crimen montado en la suya, merodeaba por los alrededores y esperaba al acecho sentado en ella. A la edad de 18 años se casó con la que era su novia, tras dejarla embarazada, siendo este el momento en el que empezó a cometer delitos de carácter sexual. 

El futuro asesino, comenzó en el año 1978 a realizar agresiones sexuales. La primera víctima fue una mujer que sobrepasaba los 50 años de edad, a la cual golpeó y, tras arrancarle la ropa interior, practicó tocamientos en sus zonas genitales. Más tarde, en ese mismo año, intentó forzar a otra mujer de mediana edad, esta vez sin éxito por los gritos de alarma de la mujer que salió físicamente ilesa. Dos personas más fueron agredidas ese año, una joven a la que no pudo violar, pero a la que sí golpeó brutalmente al verse frustrada su agresión y una mujer mayor a la que arrastró a la fuerza hasta un descampado y, esta vez sí, consiguió finalizar la agresión cometiendo una violación. 

Ese mismo año, José Antonio fue detenido y condenado (esto último ya en 1979) por varios delitos de intento de agresión, violación y agresiones con resultado de lesiones graves.

En España, en los años en los que ocurrieron estos sucesos, los delitos de agresión sexual eran únicamente delitos contra el honor (hasta 1995 en el que el Código Penal empezó a registrarlos como delitos contra la libertad sexual) lo que conllevaba determinadas características. Una de ellas era que la pena podía verse disminuida si el ofendido/a perdonaba al victimario. José Antonio, de naturaleza afable en el trato, manipulador  y con cierto atractivo físico, se puso en contacto con sus víctimas y consiguió convencer a la mayoría de que le perdonaran. En 1986, tan sólo 7 años después de su encarcelamiento, el agresor sale en libertad. 

El "violador de la motocicleta" no estaba rehabilitado, de hecho estaba muy lejos de estarlo, pero sí había evolucionado como criminal en los últimos años en la cárcel. José Antonio había aprendido dos cosas que marcarán su segunda etapa criminal. La primera de ellas era que debía ganarse a sus víctimas mediante la confianza, ya que asaltándolas no siempre conseguía sus propósitos y, la segunda, que no debía dejar a sus víctimas con vida. 

Sólo había pasado seis meses en libertad cuando el depredador sexual cometió su primer asesinato (probado, se sospecha que pudo haber varios anteriormente). Desde esta primera muerte hasta que José Antonio fue detenido se sucedieron, al menos, otras 15 muertes. Es decir, un total de 16 ancianas murieron, tras ser agredidas sexualmente, por asfixia a manos del que se conoció como el "mataviejas". 

El modus operandi era siempre el mismo. Se ganaba su confianza, bien entablando conversación en la calle, bien ofreciendo algún servicio puerta a puerta, o por haberles hecho algún cambio o arreglo en la puerta de sus casas (dado que ésta era la profesión que desempeñaba). Las ancianas normalmente vivían solas, eran confiadas (las que no lo fueron no le permitieron la entrada, salvando así sus vidas) y estaban necesitadas de compañía. Estas mujeres invitaron al asesino y agresor sexual a sus casas y, tras ofrecerle alguna vianda y darle conversación, estas mujeres eran golpeadas, agredidas sexualmente y asesinadas mediante la asfixia. 

Tras cometer los asesinatos, el "mataviejas" manipulaba la escena del crimen vistiendo a las mujeres con ropa de cama y dejándolas, con apariencia plácida, encima de la cama. De hecho, muchas de estas muertes fueron consideradas naturales, propiciando que el asesino siguiera en libertad. 

José Antonio fue descubierto al relacionarle la policía con el último asesinato que cometió, el cual sí fue investigado por haber signos de lucha, tanto en el cuerpo como en la casa de la anciana asesinada. Este caso, relacionado con otro similar que había sido cometido recientemente en las inmediaciones, tenía como punto común que las ancianas habían cambiado su puerta (por otra blindada) con la misma empresa. Además, en una de las casas se descubrió una tarjeta que le relacionaba con las víctimas. Al descubrir los investigadores que el responsable de dichos cambios no era otro que el "violador de la motocicleta" procedieron a detenerle y a registrar su casa.

Lo que encontraron, una habitación pintada de rojo llena de los trofeos que el asesino se llevaba de casa de sus víctimas, fue determinante. Se revisaron los casos de muertes naturales de mujeres de avanzada edad de los últimos meses y se pidió a los familiares que fueran a reconocer los objetos. 16 fueron reconocidos y se pudo relacionar al asesino con sus muertes. 23 objetos de esa habitación nunca fueron reconocidos por lo que se sospecha, entre otros indicios,  que José Antonio pudo cometer muchos más crímenes de los que se le imputaron.

José Antonio confesó haber cometido los 16 crímenes que se le podían imputar y fue condenado a más de 400 años de cárcel. En 2002, cuando no quedaba mucho para su excarcelamiento, fue trasladado a una prisión de máxima seguridad. Al día siguiente de dicho cambio, el violador y asesino fue a su vez asesinado por 3 compañeros en circunstancias que, a día de hoy, todavía están sin esclarecer. Se contabilizaron más de 100 puñaladas en su cuerpo. Al día siguiente, fue enterrado en una fosa común con dos enterradores como únicos testigos. 

Recomiendo, para tener más información, ver el siguiente vídeo:






Referencias: 

https://en.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Rodr%C3%ADguez_Vega

https://www.youtube.com/watch?v=taJrBhA4Gj4

J.A. Vázquez Taín, "Matar no es fácil" Ed: Espasa Libros, S. L. U. 2015

http://www.asesinos-en-serie.com/jose-antonio-rodriguez-vega-el-violador-de-la-moto/

http://www.diariodeleon.es/noticias/sociedad/presuntos-asesinos-rodriguez-vega-pasan-disposicion-judicial_47428.html

sábado, 16 de enero de 2016

MEDICINA FORENSE: HERIDAS POR ARMA DE FUEGO II




HERIDAS POR ARMA DE FUEGO II: CLASIFICACIÓN (DI MAIO)

Vincent J.M. Di Maio


El patólogo forense norteamericano, Vincent J.M. Di Maio realizó una clasificación de las heridas producidas por arma de fuego compuesta por cuatro categorías basadas en la distancia existente entre la boca del arma y el blanco sobre el que se ha disparado (Gunshot Wounds, 1999)



La clasificación que propuso es la siguiente:


- Heridas a "boca tocante": Cuando se realiza el disparo el arma está en contacto directo con el cuerpo. Si el arma está además apoyada completamente, ésta se clava en la piel y el cuerpo rodea la boca del arma. En este caso, los bordes de la herida están apergaminados debido al contacto directo de los gases de la combustión y presentará manchas de hollín (piel ennegrecida) Dicho hollín estará incrustado en la zona adyacente a la herida.

Herida a boca tocante
En el caso de que el arma esté apoyada de forma incompleta (u oblicua) la herida diferirá de la anterior en que el apergaminamiento y el hollín no será uniforme y completo alrededor de la herida, sino que se verá más grisáceo y superficial en la zona en la que el arma no tenía contacto total con el cuerpo. Esto es debido a que tanto el hollín como los gases de la combustión tienen una vía de escape y sus marcas no son tan profundas. 

En este tipo de heridas siempre encontraremos hollín, partículas metálicas que provienen de la fusión de la bala, del cebo y la vaina (partes del arma y la bala) y monóxido de carbono. 


Herida a quemarropa
- Heridas a quemarropa: En este tipo de heridas el arma, en el momento de la detonación, se encuentra a corta distancia del cuerpo (a menos de 2 cm), pero no en contacto con él. De esta forma, el hollín penetra en la piel dejando un tatuaje además de adoptar un color negro y apergaminado debido a la escasa distancia del arma.


- Heridas a distancia intermedia: En estos casos el arma se encuentra más alejado del cuerpo, entre 2 y 60 cm de distancia. En el caso de que la detonación se realice a menos de 15 cm de distancia, el tatuaje que presenta la herida será menos denso y su dibujo será más disperso. Por añadidura, se puede encontrar lo que se llama falso tatuaje, que es una zona más alejada de la herida, formada por los productos de combustión de la detonación y que sí podrán ser eliminados por secado o arrastre. Si se realiza entre 15 y 60 cm de distancia, el tatuaje será más superficial y la zona de dispersión del hollín será muy amplia.



Herida a gran distancia
- Heridas a gran distancia: Estas son las heridas formadas por disparos realizados a más de 60 cm del cuerpo. La herida, en este tipo de disparos, no presentará tatuaje y carecerá del llamado "halo de Fisch" (que es la zona en la que se superponen el anillo de contusión que crea la bala al impactar en el cuerpo y la zona de impurezas que la bala arrastra y deja impregnado, en mayor o menor medida, en la piel, también llamado anillo de enjugamiento)




Para aquellos que queráis profundizar sobre el tema os recomiendo la lectura del libro de Di Maio, disponible en formato pdf pinchando aquí.




Referencias: 

http://www.armas.es/foros/armas-militares/las-armas-no-son-juguetes-107835

http://es.slideshare.net/abogedgarsanchez/heridas-por-armadefuego

http://slideplayer.es/slide/3574155/

http://www.monografias.com/trabajos64/armas-fuego/armas-fuego2.shtml

http://www.e-reading.club/bookreader.php/135302/Gunshot_wounds._Practical_aspects_of_firearms,_ballistics,_and_forensic_techniques.pdf

Somoza Castro, O. La muerte violenta. Inspección ocular y cuerpo del delito. Las primeras 24 horas decisivas. Ed: La Ley-Actualidad S.A. Madrid, 2004